El Aborto
El aborto espontáneo según SEGO (Sociedad Española de Cirugía y Obstetricia), se define como la expulsión o extracción de un feto o embrión que tenga por peso menos de 500 gramos o unas 22 semanas de embarazo. Esto sin importar si es deliberado o no. Incluso si hay vida.
Este tipo presenta varias formas clínicas que van desde la amenaza de
aborto, pasando por el inevitable, el completo, el retenido, el séptico
y el de repetición. La calificación no está estandarizada; pero estos son, de forma aproximada, los términos más usados.
Pero existe otro tipo de procedimiento que es conocido como inducido y es causado deliberadamente con el fin de interrumpir el embarazo.
Tomar la decisión para terminar un embarazo es extremadamente personal y varía drásticamente de un individuo a otro,
en algunas sociedades es aceptada bajo determinadas circunstancias;
pero en otras puede ser considerado un acto criminal. Si se está
considerando, se debe pensar cuidadosamente acerca de lo que es correcto
antes de tomar la decisión.
Tipos de aborto
Aborto inducido
A su vez, según la técnica empleada para inducir el aborto, se puede hablar de aborto médico o aborto con medicamentos y de aborto quirúrgico.
Aborto espontáneo
El aborto espontáneo o aborto natural
es aquel que no es provocado intencionalmente. La causa más frecuente
es la muerte fetal; por anomalías congénitas del feto, frecuentemente
genéticas. En otros casos se debe a anormalidades del tracto
reproductivo, o a enfermedades sistémicas de la madre o enfermedades
infecciosas. Cuando la edad gestacional es superior a 22 semanas o el peso del feto supera los 500 gramos, se habla de muerte fetal.
Entre los signos y síntomas se encuentran el sangrado transvaginal
anormal, por el cual se tiene que ser valorada por su ginecólogo y
verificar que no queden restos placentarios.
Aborto terapéutico
El aborto terapéutico
es la interrupción provocada del desarrollo fetal. A diferencia del
¨aborto inducido¨ a este le preceden razones estrictamente médicas.
Entre estos motivos cabe si la salud de la madre (física o mental) se
encuentra directamente comprometida con dicho embarazo o en caso, si la
vida de la madre corre riesgo. Es importante diferenciar el aborto
terapéutico del inducido, ya que en el segundo influyen más factores
socioeconómicos como ser producto de una violación, tener la incapacidad
de solvencia económica, entre otros.